Busco y encuentro.

Incubadora:

Ya se sabe, el que busca … encuentra. El qué, no se sabe, pero encontrar, se  encuentra. Y si se hace bien, y se quiere, uno se puede encontrar hasta así mismo.

Uff, ¿que lío no?

Pues eso, ya lo ponía en el último post. Hablaba de laboratorio de ideas, y hoy hablo de incubadora.

Las dos cosas tengo en marcha con esta iniciativa. Parecidas, pero distintas.

Es lo que sale de darle al coco, es lo que sale de colaborar, cooperar, compartir, y de cocrear.

Pronto pasas del hall al laboratorio de ideas.

Es lo que tiene conocer gente, embarcarte en nuevos proyectos, salir de tu zona de confort, …, dar rienda suelta a la creatividad, a la solidaridad compartida, al encuentro con …

Lo dije en un post anterior: Hijo mío, una patada en el culo también te lanza hacia adelante. 

Bueno, al grano, que llega la incubadora.

Si el otro día decía que este blog es un laboratorio de ideas, hoy digo que también es una incubadora social.

Su objetivo es, como en el caso de los recién nacidos prematuros, facilitar el desarrollo de las funciones orgánicas de las ideas, de los futuros proyectos, …, mantenerlos aislados del exterior y en unas condiciones específicas de alimentación, calor y control médico, hasta que el recién nacido esté en condiciones de volar solo.

Igualmente, y haciendo un símil con la segunda acepción del diccionario, este blog está destinado a la incubación artificial de las ideas, de los futuros proyectos, …, y mantenerlos a temperatura de calor constante para lograr el desarrollo de los embriones.

Júntalo todo.

Tan difícil como interesante.

Si pones pasión, …. apasionante.