CUANDO LA CALLE ES LA CONQUISTA

Reconozco que he vivido  un subidón de alegría y emoción, a partes iguales, al asomarme a medio día a la ventana y descubrir cantidad de niños y niñas paseando y jugando en la calle, montando en patín, lanzando al aire la pelota de basket, jugando con su madre al tenis en la zona peatonal, o golpeando el balón de fútbol contra la pared.

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